jueves, 24 de marzo de 2011

WELLCOME TO EL CALLEJÓN SIN SALIDA



Que es lo que lleva a una sociedad a ser lo que es en la actualidad, poco a poco se va haciendo a sí misma. Poco a poco, despacio, sin prisa, no hay prisa. Para qué?
Estoy sentado en el banco de una gran avenida. Justo detrás de mí, se apostillan un montón de puestitos con cd´s  piratas de música, juegos y programas informáticos de toda índole a un precio que a un europeo le resultaría irrisorio. Una mujer que los vende, está pregonando una cuña mil veces repetida de dichos programas. Me llama la atención cuando grita que uno de ellos sirve para ROBAR, repito, ROBAR la señal de internet.
A unos seis metros escasos (es posible que sean menos, os lo juro) una pareja de policías, pasa el tiempo ojeando las revistas de un kiosko, y comentando como si nada entre ellos, lo bien que están algunas chicas que pasan por delante suyo.

Al otro lado de la carretera, una calzada de cuatro carriles, hay un gran parque con árboles y jardines típicos de cualquier ciudad, pero con un montón de tenderetes de collares, muñecos, santería y por supuesto, todo el material pirata de discos, películas y series de televisión que alguien pueda imaginar. Se puede encontrar todo la que estéis buscando.
Por supuesto, ninguno de estos tenderetes tiene licencia de venta ambulante o algo parecido.
Corretean al lado de estos puestos y tenderetes niños de todas las edades, que a esta hora deberían de estar en la escuela en un país normal, y en una ciudad que presume de estar entre las diez ciudades con mayor renta per cápita del mundo. Sus padres no hacen ademán de sentir vergüenza ni nada por el estilo.
Seguro que su futuro está al lado de sus padres en esos tenderetes, en los semáforos limpiando cristales de coches y en esos puestos de trabajo sin licencia, sin bases de cotización, o algo civilizado que se le parezca.
Me asaltan un montón de dudas al respecto. ¿Qué hago? .  ¿Le pregunto a la pareja de policías que tengo delante, a ver qué opinan al respecto de todo esto? No me atrevo.

Hay otra gente que también pasa delante de mí. Otra bien distinta. Es una gente que va bien vestida, que tiene un trabajo donde paga impuestos y tienen bases de cotización, pero aparte tienen bien aparcados sus BMW´s X nosecuantos y sus Audis Q nosequemás en los parkings de pago cercanos.
Se les nota en la cara una mueca de que para sí, se están muriendo de risa al observar todo esto. Ellos piensan para dentro  “que esa gente esté ahí sin molestar y sin pagar impuestos, porque así no tienen derecho a exigir ni un pedacito de mi pastel”. “ Y esos niños que corretean por entre los tenderetes, es mejor que no vayan al colegio. Así nuestros hijos que estudian en las universidades privadas que están dirigidas por gente que nos apoya y nos comprende, no tendrán competencia de ninguna clase, y sus puestos de trabajo estarán totalmente garantizados”. “Para comer de  nuestro  pastel, sólo repartiremos cucharillas a quien queramos nosotros. Las miguitas, los restos, y lo que se caiga de nuestra vajilla de lujo, que se lo repartan como puedan los demás. Si hace falta que se maten por ello,pero sin molestarnos a nosotros”
Me quedo pensando en cómo subir hasta el barrio donde vivo. Iré en metro y autobús, o me subo a uno de esos cientos de taxis baratísimos que circulan por estas calles de manera tán peligrosa. Si, peligrosa para todos, porque las licencias de conducir se pueden comprar, no hace falta ningún examen, cualquiera puede tener una.
Ah!! Me olvidaba de decir que son baratísimos porque claro, ni tienen licencia, ni pagan impuestos.
Wellcome to el callejón sin salida

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